“Si deseas ser líder, más vale que te acostumbres a las críticas, porque si llegas a tener éxito, serás criticado”. John C. Maxwell
Cuando inicias con un proyecto empresarial es muy probable que inicies con una empresa “invisible“, esta es la empresa que sólo tu y tus colaboradores (y tu mamá) saben que existe, no cuentas con una participación de mercado, no cuentas con sistemas de control, manejo, procesos, ni nada similar, generalmente en esta etapa eres tu mejor (y a veces único) empleado. Es probable que tu empresa haga dinero, pero seguramente sólo lo suficiente para cubrir los gastos más básicos de tu operación.
En esta etapa tu mejor aliado es el servicio al cliente. Ser diferente. Siempre que hayas definido adecuadamente tu mercado, lo conozcas y puedas proveer soluciones a sus problemas.
Una vez que has superado la “invisibilidad“, las empresas entran en una etapa de Caos.
Se le conoce como Caos, debido a que en esta etapa comienza el crecimiento, muchas veces no planeado de la empresa, generalmente debido a la recomendación de tus clientes (y si aún no estás ahí, no te preocupes), pero igualmente la empresa sigue sin sistemas de apoyo ni control de procesos o indicadores de resultados.
En esta etapa será necesario e indispensable crear e implementar los sistemas de apoyo que darán consistencia a tu producto, tu entrega y tu servicio. También será necesario entender y realizar proyecciones financieras, probablemente puedas comenzar con planear el siguiente período (mes) antes de aventurarte a planear un trimestre o incluso todo tu año fiscal.
Es un momento importante para invertir en la comunicación, tanto interna por medio de sistemas informáticos o físicos, como externa (de la empresa hacia el cliente). Recuerda que la gente compra el porqué lo haces, no lo qué haces.
Igualmente debes invertir tiempo y trabajar arduamente en la integración de tu equipo, en su formación y en elevar los estándares de todo el equipo. Recuerda que ahora el cliente no es lo primero, lo primero es tu gente, y ellos se encargarán de consentir al cliente y ofrecerle una experiencia digna de repetirse y compartirse. ¡Ojo!, de cualquier manera debes poner atención en que tu liderazgo no se convierta en una paternidad sobreprotectora.
Es probable que en esta etapa sigas siendo tú, tu mejor empleado y la operación dependa de ti, pero debes comenzara estructurar y organizar el trabajo para poder delegar poco a poco las funciones, desde las más básicas hasta las más críticas del negocio. Si tu no puedes irte de vacaciones por 3 meses y saber que tu empresa funcionará sin ti (por procesos y no por personas), aún sigues en la etapa del Caos, al igual que el 80% de las MiPyMEs en México.
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