Para aplicar con éxito un proyecto de transformación digital, lo primero que se necesita es “concienciación y voluntad por parte de los directivos”. “Hay que romper las barreras mentales que a veces nos bloquean e impiden innovar”. Y esto aplica no sólo en los departamentos de marketing y atención al cliente, sino también a los procesos productivos de la compañía. Digitalizar una organización exige un cambio de cultura corporativa que puede resultar chocante, sobre todo en lo concerniente a transparencia.
Todo esto es más fácil decir que aplicar. “Muchos trabajadores de la industria no están preparados para operar con software especializado”, retrataba recientemente la revista The Economist.
Pero aún disponiendo del talento, de la estructura organizativa y de liderazgo necesarios, no siempre se tiene éxito. ¿Por qué? “Muchas de las iniciativas se implantan de forma fragmentada, sin un hilo estratégico común y sin recomponer su modelo productivo”.
Las organizaciones deben conceder a los innovadores -o intraemprendedores- suficiente espacio para crear de forma ágil, pero manteniendo el suficiente control para asegurar que las iniciativas se dirigen al cumplimiento de un objetivo corporativo, y que las unidades de negocio se benefician de las ideas y la frescura de los innovadores. No es sencillo encontrar ese equilibrio. Y la fórmula se complica aún más cuando se añaden ingredientes de innovación abierta, como concursos de emprendedores, y otros, así que ¿porque no designar a un responsable de ecosistema 4.0?
*Ver el documento original en: http://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2017/11/08/59f8a85922601d1b458b4618.html